Desde hace pocos días la Cooperativa Reboll de Montblanc, realiza el servicio de acogida, información y gestión del Centro de Interpretación de la Roca de los Moros del Cogul, así como de la coordinación de actividades.

Hasta 2023, la adjudicataria de este servicio había sido Anna Torres del Cogul. De cualquier modo, la Cooperativa Reboll mantendrá un vínculo estrecho con el municipio. La entidad contará, aparte del propio equipo actual de guía y gestión, con las cogulenses Romina León, que en los últimos meses había estado al frente del centro de interpretación, y Elisabet Bort, para que contribuyan con el buen desarrollo de las acciones.

La Cooperativa Reboll lleva cuatro años realizando el servicio de guía interpretativo a los abrigos con pinturas rupestres de la zona del barranco del Mas d’en Llort de Montblanc, en colaboración con el Centro de Interpretación del Arte Rupestre de las Montañas de Prades (CIAR) y de la Oficina de Turismo de Montblanc. Aparte de todo un conjunto de actividades que pretenden hacer gozar del patrimonio y educar en su estima y protección que se describen en el portal web www.reboll.coop.

La adjudicación, mediante un concurso público que ganó Reboll, por parte de la Agència Catalana del Patrimoni Cultural, contempla un contrato de un año prorrogable anualmente hasta dos veces.

Reboll quiere aplicar en el Cogul una perspectiva transversal como hace en las actividades en la Conca de Barberà. En este sentido, se tratará de combinar la interpretación de la historia y del patrimonio rupestre con la transformación del paisaje desde finales del Paleolítico hasta hoy en el entorno natural del río Set, que parcialmente forma parte de la reserva natural parcial de Mas de Melons, y que junto a otros elementos del patrimonio natural y cultural del valle conforman un conjunto muy interesante.

Esta línea será coherente con la dinámica de actividades de ecoturismo que Reboll suele ofrecer que se basan en una guía interpretativa y reflexiva, que combina el descubrimiento, la interpretación de lo descubierto y la sensibilización hacia la conservación del patrimonio, y siempre desde la transversalidad. Por poner un ejemplo, si el objetivo de la actividad es el conocimiento de la fauna de un lugar, se habla de geología, de la vegetación que crece, ya que forma parte de la cadena alimentaria, o de los elementos culturales que pueden afectar positiva o negativamente a la fauna. Lo mismo es lo que se pretende en el caso de la Roca del Moros de Cogul.